2.08.2021

Lo que fuí antes y después de ti.

febrero 08, 2021 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Quisiera la valentía tuya y de los demás al decir "basta ya", pero aprendí primero a esperar que me dejaran y nunca supe cómo irme antes del desastre. Maldigo a Dios por tu juego frio de amar y huir sin pelear pero al minuto me arrepiento y hago tregua, porqué ¿después a quién te voy a encomendar?

Hace mucho no me ves, pero te confieso que ya no tengo esa voz dulce que te ponía el deseo a temblar; ahora soy piezas sueltas de cientos de rompecabezas incompletos que no encajarán jamás en ningún tablero, soy una deuda pendiente con todos los males que me he hecho... Hoy soy lo que, hace mil noventa y cinco días, temía al darte cualquier 'sí'.

Es más fácil lidiar con tu presencia ausente volviendo al tabaco, retomando uno a uno todos los vicios, porqué sin saberlo, tú eres el más nocivo. Pero amor, también eres el más adictivo y eficiente, llenas mi vida de una intensa carga de adrenalina hasta que disminuye de golpe cuando mi realidad me recuerda que, aunque estás, te fuiste hace mucho tiempo atrás.

Pero guarda la calma, yo est(aré)oy bien.

El sitio donde me invadió el ruido ensordecedor de tus mil y un motivos para irte, es ahora mi refugio en noches donde todo y nada tiene sentido al mismo tiempo. Que ironía es estar rodeada de varias bocas y sentirse que ninguna saciará esta soledad a elección propia.

Cada dos o tres noches sueño contigo y es tanto el sinsabor al despertar, que empiezo a creer que es el precio que debo pagar por no saber rendirme a tiempo. Pero ¡Carajo! tus besos son tan pero tan difíciles de olvidar y odio la sensación de esperanza en algo que no quieres remendar.

Ojalá el mito de "el amor todo lo puede" se hiciera realidad con esta historia, que aunque en parte fue un desastre, amo cada uno de sus detalles. Y amo fervientemente todos los pasos que di hasta llegar a ti. (Ojalá hubiera(mos) aprovechado mejor el tiempo que tuvimos). Amo tus manos incluso cuando no me escribes y tu dulce forma de mentirme cuando dices que me quieres. Amo jodidamente cada una de las moléculas que componen tu ser y amo cuánto arde en mi pecho saber que ya no eres tan mío, porqué en medio de mi constante melancolía, ese dolor me recuerda que sigo viva.

Pero tranquilo, en algún momento te voy a soltar, lo prometo.

Cometimos tantos errores mientras aprendíamos a querernos, que olvidamos a no olvidar lo aprendido. Nos estancamos en el miedo de perdernos y perdernos al final se convirtió en la única respuesta que vimos.

Yo igual seguiré amándote aún en medio de mi olvido y del rencor que aún siento por el espíritu de lucha que no tuvimos, pero mi amor, extrañame al menos esta noche o la que sigue, cierra tus ojos y hazme aparecer en tu alcoba, dame una sola vez lo mejor que nunca has dado antes.

Esta se acumula a una de las otras tres cartas que tengo sin enviar, pero que jamás leerás porqué me gana el miedo a incomodar. Yo es un reproche ni una queja, es tan solo mi redención por no saber amarte mejor hasta que sintieras las fuerzas necesarias de luchar por lo que creíamos construir. Te amé más de lo que tú a mí, pero lo hice tan mal que nunca fue suficiente, al final todo lo que salía bien resultó salir mal.

Perdón si todo lo anterior no suena bien y está mal escrito, he olvidado quien fuí y no sé quién soy en este nuevo presente. Solo me sentaré a continuar con esta rutina absurda hasta que te canses de tenerme lástima y encuentres quien te llene el alma y se convierta en indescriptible, así como estoy yo contigo.

Pero no te preocupes, no es la primera vez que me pasa ni será la última.

Gracias por amarme a tu manera, perdón por amarte hasta cuando ya no tiene sentido.


           



                 Ojalá te pudiera soltar, pero me gusta mucho también soñar.

5.22.2020

En tiempo pasado.

mayo 22, 2020 Posted by Geraldine Bonilla No comments
Te empecé a querer en agosto pero dueles en mayo, ojalá fuera porqué el tiempo va de para atrás cuando no estás. ¿De que sirve esperar, si no sé que estoy esperando?
Era un juego del cual tocaba huir hasta que las piernas no dieran más, pero tus brazos fueron un deslumbramiento y ya no había regreso.
Decidí elegirte humano, doliente y real entre tantas utopías a nuestro alrededor, ojalá te hubieses agarrado más fuerte a mis letras.
Perdí la cuenta de cuantas veces te he pedido que me cuentes todas tus veces para quedarte a mi lado, pero guardarás silencio hasta que me desangres el recuerdo.

Me manché de ti, con tinta indeleble y hasta los huesos. Te dediqué quizás más de diez canciones, cuatro textos, una carta e infinidad de sueños, pero así como tus besos, se desvanecieron en mis dedos. Aunque desvanecida cada palabra y un poco borrosa ya tu cara, prometo que no te voy a olvidar; fuiste refugio en la tempestad y hoy causas una melancolía casi poética que debo desaprovechar.

Hoy dueles como quien pierde el aliento, hoy te siento como la soledad en el desierto pero tu voz ya va dejando de hacer eco en mis pensamientos. Te lloro pero no te espero, te extraño pero no te ruego, te deseo pero me resigno y así, con los días, espero se transforme este sentimiento. A final de cuentas el tiempo si es un buen aliado, aunque un poco rudo así cómo tú de ingrato.

Me tienes pero no me tomas y con tu indiferencia demuestras que el deceso lo planeaste mucho antes del adiós. No te preocupes, mi amor, la culpa es mía por arrancar sin freno y creer que todo es correspondido. Volé más de lo permitido y la aterrizada fue mi lección.

Brillé a tu lado, cómo hace años no me permitían hacerlo, te di secretos inconfesables y aunque me negué al principio, muchas veces, al final sí corrí el riesgo. Hoy soy solo polvo de lo que fui, las migajas de lo que prometimos, pero sé que con el tiempo sonreiré sin dolor al recordar este mismo texto... Mayo solo será un mes, en septiembre tendré algo nuevo que esperar y en un futuro agosto volveré a querer sin temor a caer.

5.10.2020

Ciento cuarenta y cuatro horas.

mayo 10, 2020 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Tendría una y mil excusas para huir muy lejos y olvidar todo dolor.
Podría negarme y creer que todo tiempo pasado nunca pasó.
Fingiría, con una justa razón, que ciento cuarenta y cuatro horas después ya olvidé tu voz.
Quisiera que al cerrar los ojos, tu reflejo ya no me invadiera el espacio; pero como la ilusa que siempre espera, te guardo un lugarcito a mi lado.

Si me hubiesen dicho que hoy tendría en mi camino tantas imposibilidades, tal vez estaría en una carrera por borrar tu huella. Que amargo Octubre amándote y que despreciable Mayo intentando olvidarte.
Si supieras que ahora solo vivo del recuerdo, contando los minutos de tu silencio ¿tendrías una pizca de piedad por mi? Sin lugar a dudas el alma si se moldea a la pieza faltante y en este caso, mi amor, tú fuiste la base y la razón.

Tendría una y mil excusas para que no dejes de escucharme.
Podría negarme y creer que sueñas conmigo y nuestro final feliz.
Fingiría, sin ninguna esperanza, que me esperas con una nueva canción.
Quisiera que al cerrar los ojos se desvaneciera todo este mal momento, pero de nada me sirve insistir donde nunca estuvieron.

Con tu besos fui un roble inquebrantable, tu risa supo escudriñar lo que ni yo conocía y hoy te vas y solamente me queda todo lo que a tu causa fui.
Y ahora estoy aquí, con muchas palabras atragantadas y haciendo de tripas corazón, acostumbrándome a la titanica tarea de desacostumbrarme a tu cortante adiós.

Quizá pienses que sin ti estoy mejor, o yo misma me mienta con un supuesto rencor. Pero, dime tú ¿alguna vez tuviste seguridad en este amor?

Como doce mil navajas entre pecho y espalda se siente el saber que ya no tengo nada que esperar, que septiembre ya será tan solo treinta comunes días más, pero si alguna noche nueva la soledad te invade por favor nunca olvides que cuando te conocí, me reconstruí.

No diré que te esperaré la vida entera porqué ¿quien espera algo que no tiene certeza? Quizás con los días ya duela menos tu ausencia y entre canciones se esfumen las ganas de regalarte letras. Otras manos recorrerán el mismo camino y borrarán tus huellas y no diré adiós porqué yo aprendí a amar entre fuegos y contra marea. Pero te juro, cariño mio, que estarás presente en todas las calles que recorrimos antes de despedirnos.

Y seguiré pidiendo a Dios que cuide tus pasos, porqué desde que me conoces la melancolía me ha acompañado y no dudaré en llorar un poco por ti... Pero lo haré con la esperanza de que la paz te invada y que el dibujo que juntos jamás hicimos, lo recrees como la fotografía que ya no tuvimos.

Podría rogar que te quedes veinticuatro meses más coloreando lo que me falta remendar, pero te he dado tanto que ya no tengo fuerzas para más. Y me voy, dejando atrás lo que fui por ti, porqué te amé tanto que, por respeto a tu voluntad, decidí mentir. Mentí cuando dije que no quería saber de ti y vuelvo a mentir al decir que jamás volvería a decirte que sí, pero después de crear juntos una nueva forma de amar ¿de que vale olvidarme de ti?

3.19.2020

Cuarentena.

marzo 19, 2020 Posted by Geraldine Bonilla No comments

He contado las horas cuando sumar los minutos se hace más difícil.
He dicho adiós más de una vez y al final no me siento capaz.
He rebuscado en mi arrume de canciones una que me ayude a encontrarme,
pero al final recurro a los cientos de silencios que suelen abrumarme.

Estoy escribiendo cuando no planeaba hacerlo y aun así solo hay dislexia en mi cerebro,
Estoy sintiendo tanto que ya no sé describir lo que, se supone, debo olvidar.
Y no he dejado de gritar aunque no tenga voz, pero...
¿Existe alguien que esté interesado en escuchar?

La vida se pasa entre párrafos que pienso y no relato,
entre cigarrillos y tragos que nunca acabo.
El corazón se me drena entre muchos 'te amo',
unos sinceros y los demás que solo existen por miedo a ya no estar.

Quiero hacer cosas muy grandes e inolvidables como escribir un libro y aprender a cantar.
Quiero no dejar de soñar con sus ojos y ver a su lado una aurora boreal.
Quiero romper todas las reglas y bailar sola, la noche eterna.
Quiero rimar y no quererle tanto para que sienta por primera vez el miedo de perderme.
Quiero que alguien me quiera tanto como para no dejarme ir y aprenda a leer mis labios.
Quiero dejar de mentirme y olvidar.

Me agota cargar en mis parpados las lagrimas que no debo botar,
te busco creyendo que las migajas me llenarán de paz,
pero sigo hundiéndome en la mentira de que todo cambiará.

Necesito huir como si de la muerte se tratara,
desaparecer parece tan buena idea pero a la vez tan imposible.
Necesito dejar de creer que no merezco más que el miedo ajeno a la soledad,
pero vuelve tu voz a cortar toda mi voluntad.

Merezco un desvelo lleno de poesía barata y el frenesí de unas manos que no deseen soltarme.
Merezco ser el recuerdo que se eterniza en una fotografía enmarcada...
Merezco ser la razón de una pasión que hace sentir tan real la inmortalidad,
merezco pertenecer, permanecer y nunca temer.

Debería saberlo, con solo el tono de mi voz,
debería creer que se me están agotando los motivos y la ultima razón.
Debería saberlo, con solo la ausencia de lo que nunca faltó,
debería creer que lloro cada noche porqué estoy en el ejercicio de ya no necesitar.

Hemos sangrado tanto, que ahora sigo los rastros secos de lo que alguna vez fue.
Me estoy rindiendo, pero esta vez ya es imperceptible.
Seguiré contando las horas, pero restando los minutos, como la cuenta regresiva que no esperé.

6.18.2019

Cuenta regresiva.

junio 18, 2019 Posted by Geraldine Bonilla No comments
¿Como se desprende el frío al recostarse sola en una cama para dos?
¿Cómo se desacostumbra la costumbre de dormir tres horas al día?
¿Cómo se rompe la rutina de fracasar en el intento?
¿Cómo se explica que no tienes palabras para dar una explicación?

¿Y si dejamos de volver a los lugares donde se amó la vida porqué nos llenan de melancolía?
¿Y si dejamos de sonreír aunque tengamos un mal día para ir a bailar aun sin tener swing?
¿Y si dejamos de jadear dormidos en los sueños no cumplidos por dar paz a quien no lo merecía?
¿Y si dejamos atrás el miedo de ver en la oscuridad a los fantasmas que decidieron irse sin ti?

Que desgastante es la presión de encajar donde no quisieron ver que no eras igual,
fingir que el corazón es de goma cada que un reproche se siente como un puñal.
Cómo aquellos entes de optimismo fingido, que tildan de imposible a la posibilidad de hallar belleza en la tristeza,
como si unir pedazos de un alma ajena mientras la tuya se desmorona no fuera entre todos, el mejor poema.

Y si yo tuviera el poderío de lograr cada anhelo, me convertiría en un grifo;
te buscaría hasta en el final del infinito para llevarte en mis alas como el más frágil pergamino
y aunque estuviese aplastada y resignada en el asfalto como un bicho,
conjuraría el mejor de los hechizos para ver tus lágrimas convertidas en tu libro favorito.

Camino atravesando paredes con un cigarro entre mis dedos,
con la osadía que careces para renunciar a lo que te daña cada día.
La desilusión, irónicamente, me hace más valiente que a ti
y aun así no soy más que los residuos de los deseos de una niña que hace años expiró.

Por todo eso te pido perdón.

Te pido perdón por ser quien cada día se ve seducida a emprender un viaje a la nada sin regreso.
Te pido perdón por destruir hasta la mejor de las peores intensiones.
Te pido perdón por insistir en que el mejor plan es el que no se planea.
Te pido perdón por llover mientras me deshago y dañar tu calma.

El diablo llegó una noche de esas tantas donde el alma se cansa pero el sueño no llega
y me infectó el cerebro con el parásito del sobre valorado significado de existir.
Creí ser una soñadora que emprendiera resistencia, siendo más fuerte que cualquier tragedia,
pero solo me atrincheré en el miedo de la voz de esas personas que no temen herir.

Me quedó grande mentir a ella y mentirte a ti,
Me quedó grande fingir que puedo respirar sin tener una razón de vivir.
Me quedó grande amar sin dañar solo porqué yo me rompí cuando crecí.
Me quedó grande confiar en cada cosa en la que alguna vez creí.

¿Cómo se silencia la verbigeración y recriminación por no tener la valentía de cumplir lo que otro soñó?
¿Cómo se borra la bregadura de una pasión que se transformó en un cariño que nunca se confesó?
¿Cómo se motiva la gallardía de darle la estocada cobarde a una existencia que hace años terminó?
¿Cómo se deja de pensar en las respuestas a preguntas que nadie más se atrevió a dar solución?


10.07.2018

Tiempo prestado.

octubre 07, 2018 Posted by Geraldine Bonilla , , , , , No comments

Somos la psicodelia que todos quieren ver en sus romances; somos el tic tac ausente de un reloj que hace un par de horas se detuvo; somos ese jam de un saxo que en cada nota deja de lado su inercia y quiere ser poeta; somos esa mentira viviente del: 'no puedo verte' y sin embargo en la madrugada te desvelas por pensar en cuanto me extrañas.

Pero todo es mejor cuando rompemos la ausencia, arrumas las excusas, te sacudes los miedos y en tu camino me encuentras; porqué el cielo existe cuando en la oscuridad de tu habitación tomas mi mano y viajamos en el tiempo con cada canción de tu reproductor.

Tu almohada es de goma cuando me recuesto y tu voz dirige el ritmo de mis latidos. Siempre olvido cuantas horas llevo mientras que en tu melancolía me pierdo y sin embargo, joven, nunca quiero que se acabe nuestro tiempo.

Te odio, porqué estamos locos, porqué eres, en una sola melodía de jazz, toda mi perdición. Me pierdo en tus pastillas para locos, tus labios hechos de Marlboro y cereza, tus besos con sabor a cerveza  barata y yerba. Y dejo que todo quede en silencio, para así poder reírnos de nuestros esporádicos encuentros, como sí fueramos la musa más nostálgica de un poeta que sigue escribiendo después de muerto.

Somos todo y nada en una noche, en un escondite, en un solo encuentro. Nos amamos esa única vez todo lo que no pudimos antes y todo lo que no se nos permitirá después; el secreto de un romance de años que no lo es tanto, queda entre las sábanas de tu cama o en las cuerdas de tu guitarra colgando.

Pecado insalvable, el pecado original, el del cariño perfecto que no siempre debe continuar... Ese, ese que no queremos desgastar, ese que nos salva de la mierda y es el mejor piloto para volar. Porqué es mejor darlo todo en una noche cada que la oscuridad invade el alma, que extenderlo y hacer de esta historia una más trivial.

Secreto empalagoso y encaramelado, de ese que podríamos gritarle al mundo pero es mejor no volverlo mundano. Yo me quedo con la exquisitez de escucharte cantar, entre lo tenue de mi miseria y el oasis de tu mirar; me quedo con lo impetuoso que suenas cuando hablas de tus sueños y de mis ganas de escaparme contigo al infierno.

Me quedo contigo, en silencio y solo por un siglo cada dos años si nos es permitido; porqué la vida se derrumba y yo prefiero cantar a tu lado por ti y por mí, por lo infinitos que somos cuando estás improvisando estrofas mientras yo aterrizo.

Me quedo con tus abrazos, que aunque como púas serán cuando despierte, mis demonios ahuyentan y el mundo se detiene.

Me quedo con este texto, ese abrazo, esa foto, esa cerveza, ese poema y esa canción. Me quedo, más allá de los besos, con la picardía y la satisfacción de que la cobardía nos pesa para decir 'adios'.

10.04.2018

Mon Art.

octubre 04, 2018 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Te dije 'adios' esperando que te fueras, que te fueras pronto, casi corriendo y que te arrepintieras luego.

Juré sonreír por tu necesaria ausencia, no fruncir el ceño y encomendar tus pasos al universo.

Suspiré por el corto tiempo que se nos dió la última mañana, lloré en silencio mientras te besaba para no entorpecer tu destino con mi llanto afligido.

Te dibujé con mis dedos cada noche que te amé porqué sabía que en un largo tiempo tu sonrisa no volvería a ver.
Sin embargo no notaste que hasta aquella última vez quedaron bocetos tuyos, bien adheridos en mi piel.

Te doy mis letras, amor mío, sin importar cuántas veces te las lea, para que entiendas que sigo recogiendo los besos que te dejé... Esos que quedaron regados en nuestros recorridos como si su propósito fuese marcar un camino, uno de esos que son inciertos, irreales pero muy seductores.

Y aunque muy cliché, por esta noche te regalo la luna —aunque allá ya sea de mañana— porqué en la inmensidad del cielo compartimos versos así estemos lejos.

Reconozco que no son tan buenos como los de Bécquer o Esquivel, pero te juro que contienen más amor al arte que el mismísimo Louvre...

... Es que tú eres arte, desde el primero hasta el septimo. Tu sonrisa da mas vida e ilusion que un largometraje de Méliès y tu espalda da tanta paz como un paisaje de monsieur Monet. Tu voz es ballet de Tchaikovsky, de esos que invitan a danzar por horas sin parar y yo anhelando ser cisne, llegar volando esta noche a tu lado y no volver jamás.

Y perdóname si te aturdo un poco, tengo en hilos colgando mi alma sin hacer mucho alboroto, pero esta noche ya no pude más y mi voz ronca (después de varias cervezas) te volvió a pronunciar.

Es que si te escribo más de una vez mientras te ausentas, serás más que una sombra en mi cabecera... Serás vida y amor, serás mi deseo ferviente y constante, serás mi paciencia y motor, serás eso que no debo volver a cometer pero cierro los ojos para que duela menos este error.

Tomo el reloj en mi mano (aunque no me gustan), leo uno de los libros que me dejaste para que sea menos tortuoso esperarte. Y te quiero, mi amor, con cada pecado cometido de parte y parte así hayan ocho horas de diferencia y tu destino tenga un camino muy aparte.

9.26.2018

En Sepia.

septiembre 26, 2018 Posted by Geraldine Bonilla No comments


 Te vi, una tarde de un día cualquiera del cual ya no recuerdo la fecha… Había nubes sin lluvia, la calle que es ruidosa de noche estaba apagada y tú te veías desde lejos tan indefenso mientras yo me moría de miedo. ¡Cómo agradezco a la vida haberte encontrado ese día!

Fue la primera de tantas veces que me ofreciste un café ¿y quién te diría que no a tal propuesta? Yo en vestido rojo y tú tan casual como siempre, acariciando al gato, contando anécdotas de esas que siempre me hacen reír y mi mente haciéndome malas jugadas planeando como conseguir un beso tuyo. – Te juro que, si ese día me tomabas por la espalda, te daba hasta mi vida-.

… Y como si se tratara de un juego de seducción entorpecido, cambié mis medias rezando cada segundo que entraras y me dijeras que estaba más cómoda sin ellas…

Y desde entonces, mi vida, sabía que me ibas a joder la existencia misma con solo despedirte con un beso en la mejilla.

***

Pero bueno, ya que, ya te quise y te pequé. Te besé, te mordí, te temí, te dejé, te cogí, te amé, te gemí, te dejé echar raíces en esta alma trajinada, te odié, te escribí, te confié, te abracé, te volví a amar, te lloré y te dejé ir.

… Te recuerdo en una ciudad nocturna, solitaria, peligrosa, sucia y apasionada así cómo te gusta amar en las sabanas. Y te odio, de nuevo, por irte como el agua entre mis dedos y te perdono y justifico cada mentira cuando me decías que me querías porqué es mejor recordarte de lejos cada día que buscar atajos para no encontrarte en las avenidas e incomodarte con mis “te extraño”.

Y es que ahora te recuerdo sin color y con polvero en mi habitación, como si te hubieses marchado hace un montón de tiempo, con los audífonos al 100%, escuchando esa banda bogotana que tanto te gusta, caminando por las calles donde me hacías reír, rezando a cada dios que pudiese existir que te cuide y te haga feliz ya que mi amor jamás fue lo suficientemente bueno para ti.

Te recuerdo en sepia, mi amor, porqué desde ese miércoles en tu equipaje te llevaste mi aliento de vida y cada abrazo que te di para que te quedaras se redujeron a la nada. Y es que lo fuimos todo en silencio y al mismo tiempo fuimos efímeros ante las mentiras por pasión, ante los pactos rotos y por los planes sin cumplir.

Te recuerdo como en un álbum viejo (de la foto juntos que nunca fue), lleno de páginas secas y oxidadas por el tiempo. Y dueles, te puedo jurar que dueles al respirar, porqué: “Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí...”.

7.13.2018

Petición de una carta que jamás se entregó.

julio 13, 2018 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Me vienen a decir que el olvido como respuesta a la indiferencia es la opción más fácil. Me sonríen, me abrazan y rezan: ‘el tiempo todo lo cura’, dicen que el pasar de días cierra las heridas que evité más de una vez por temor a no soportar el dolor de nuevo, pero nadie dice cuantos -cientos- días se necesitas para eso.

Todos saben y nadie entiende…

Y mientras tanto tú, tan firme como un roble y tan indiferente como nadie, tan lejos como la constelación de Tauro y tan latente como mi corazón cuando te hablo.

No te amo, es muy cierto, pero ¡vaya, sí que te quiero!, o te quise (ya ni sé si quiero saber), porqué, aunque no te has ido, tu voz ya tiene un eco de kilómetros y ¿para qué dedicarles canciones a fantasmas? Y aun así yo te quiero, sí, con todas tus heridas y con tu agenda reducida. Te quiero con tus historias y ausentes sonrisas, con tus gustos nada corrientes y con tu actitud irreverente.

Discúlpame, ahora, si te parece incomoda mi manera de querer, pero no puedo jugar al vaivén, es tan simple como que me coges entera o me sueltas del todo. Y es que yo pocas veces quiero, pero cuando quiero, quiero tan ardiente como el fuego y al mismo tiempo tan libre como el ave que te canta en las mañanas. Pero si tu presencia va a ser intermitente por miedo a lastimar, prefiero que te vayas sin decir una sola palabra, que me jodas la vida sin darme una explicación, porqué te juro por Dios (si crees en él) que tu ausencia parcial hiere más que una bala.

Y si me vas a querer, debes saber que soy un manojo de emociones, puedo llorar mucho y reír sin parar, le tengo miedo a casi todo en esta vida y aun así me arriesgo, aunque me tiemblen las piernas, pero te puedo asegurar que, aunque sea muy sentimental jamás te sería desleal.

Te puedo leer los libros que quieras antes de dormir y si me pides que te escriba uno que otro poema --que muy probablemente no me salgan tan bien- lo haré. Te pensaré con cada canción bonita que me recuerde a tu sonrisa y quizá de vez en cuando te pida que te calles para que solo me abraces.

No te prometo una vida hasta viejos porqué -para variar- también le tengo miedo al tiempo, pero cariño mío, podría ver todas mis películas favoritas contigo cada día.  

Pero, si no puedes siquiera decir lo que sientes, entonces mejor no vuelvas.

Y ahora … 
¿Te vas o te quedas?

1.17.2017

Souvenir

enero 17, 2017 Posted by Geraldine Bonilla No comments
Hey, flaco ¿cómo estás? ¿Que tal tus nuevas noches? ¿Que tal son ahora las viejas canciones con recuerdos borrosos? ¿Te has podido sentir bien fingiendo que lo que pasó ya nunca fue?

Una vez más te recuerdo, entre el humo de cigarros y unas copas de ron. Quien creería que el tiempo ha pasado y fue mejor ¿eh? No, claro que ya no somos los de antes porque ahora yo escribo menos y tú cantas más; hemos dejado atrás las primeras veces y hoy entendemos las bromas de grandes. Hemos crecido, ya conocemos nuevos sabores y sonidos, ya mi piel no está con vos. Hemos aprendido que para amar bien no hay que jurar amor eterno, solamente convertirlo en arte... Hemos aprendido tanto y tan lejos. Finjamos que así estamos bien.

Y te confieso que hay unos días que te recuerdo más que otros, como cuando huele a tabaco o tu perfume se me cruza en el abrigo de alguien en algún puente... O sí, en días como hoy, que rompo mis miedos de volver a escribir cuando recuerdo el amor retratado por Woody Allen y sonrío como si fuese aun el Noviembre lluvioso aquel. Que te dijera... Quería que me recordaras aunque no te acuerdes bien de mi voz, decirte que me siento tan orgullosa de vos y que cada noche pido por tu alma a cualquier Dios (por si acaso, por si existe). Te miento si te digo que sin ti no he podido ser feliz, porque a decir verdad he sonreído mucho y aun me quedan muchas más sonrisas por lucir.

Tampoco pretendo pedirte que vuelvas porque tu sonrisa ahora se ve mejor sin mi, porque mereces el universo y mi amor apenas es solo una estrella... Pero si por curiosidad quieres saber y coincidimos en la próxima reencarnación prometo que sería capaz de recorrer el mundo entero en busca de las mejores acuarelas, de esas que pintan bonito las esquinas oscuras del alma y por cada lagrima tuya compondría un blues para que nunca olvides que después de la lluvia siempre llega el sol (como tus ojos, como esos ojos que pintan mil veces mejor un paisaje que Dios). Es que tu nombre es arte, tu voz es música, tus besos son sueños, tú eres eternidad. Tu risa salva vidas (como lo hizo con la mía) y sin lugar a dudas pagaría con mi vida para que tus miedos jamás existan y puedas ser astronauta y pintar en tus lienzos el universo entero...
... Obvio, solo si coincidiéramos en otra vida... en la cual esta vez no me olvides como hoy, como siempre, porque esta noche te recordé con unos cigarros y unas copas de ron, te encomendé a la vida y suspiré en silencio porque un libro que guardo en mi cuarto es ahora mi vil souvenir.

6.03.2014

15 de Abril.

junio 03, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Tus ojos azules, tus alpinitos congelados,
tus abrazos a mi misma estatura, tu risa contagiosa...
Los paseos entre primos al parque, la música disco,
las películas antiguas, los cantantes de baladas,
tu calva divertida y tus chistes inventados.

Te extraño, extraño todo. Te extraño en sueños.
Gracias por haber hecho de mi vida más bonita.

Te amo.

4.28.2014

Retándote.

abril 28, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Te reto, mi vida... te reto a un buen juego… a un juego de compás, a un juego peligroso.

Te reto, te reto a desnudar tu pecho, a besar mi alma, a que te arrodilles en mi piel por el aroma…

Te reto a que me quieras, con todas tus fuerzas; a que me vivas por instantes, a que me sueñes despierto… Es que me estoy muriendo por ti, digo “muero” porqué tu ausencia se vuelve una maldición y una eternidad, la idea de no verte en varias horas me consume y me desgasta.

Incítame a delinearte, explotarte, conocerte y dibujarte, pues yo jugaré a quererte como a nadie.

Enséñame a leer tus ojos, para poder hablarte cada tarde con la mirada. Quiero sentirme, en parte, observada entre la neblina de lo íntimo… sentirme en acecho como si atacaras con hambre, sin dejar de ser mi protección.

Te reto a que camines lento, sin prevención, por una vía predilecta en mi pecho y corazón; ahógate cariño, entre mis labios, pero no arruines las jugadas de mi amor sin dejar de exponer todos tus demonios, nunca quiero dejar de desear tu presencia.

… Y aquí me tienes, delirando por tu boca… Retándome a mi misma en cuanto a adorarte, con mis labios rojos cansados de tantos besos extraviados… Y no me canso de mirarte, aun con los ojos cerrados, porqué voy descubriendo lo mejor de ti y lo que me complementa, lo que me calma, me arrulla y me hace bien.

Soy el secreto de tus manos en la noche, eres mi pecado en los días santos… Eres todo al mismo tiempo, lo que no creí merecer y ahora me acompaña. Eres lo bueno, lo amable, lo dulce, lo hermoso, lo sostenible… Eres más que un “te quiero”.


Así que te reto a que me incites a enseñarte lo que aún esconde mi regazo, lo reservado para ti, la especia ideal para la receta del amor… Pertúrbame con tu ausencia, enloquéceme cuando estés junto a mí… No me abandones, reinvéntame hasta después de irte a dormir.


11.29.2013

Dos párrafos, para cualquier lector.

noviembre 29, 2013 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Un día lluvioso ... fin de mes ... y las vacaciones se prestan para estar solos y dejar la mente divagar ...
¿Cómo no sentir que nada vale y que todo esta perdido? Es natural, el frío invoca fantasmas y la oscuridad es aliada de los demonios. Y no digo que todo tiene que estar bien, porque no todo resulta según el plan y seria quedar como una mentirosa ... Llora si tienes que hacerlo, grita si no te escuchan lo suficiente, escribe si no entiendes como te quieres expresar al hablar de ti ... pero no te rindas, debería ser la ultima opción.

Nadie dijo que crecer sería fácil, la mente se llena de cientos de ideas y quizás la que más pesa es "¿para que sirvo?" Ojala no te despidas de la vida por tu propia voluntad, no por lo menos cuando no estás en paz con tu alma. Deja que te quieran, que te enamoren ... permítete enamorar ... Llora como el cielo ahora, un 29 de noviembre... si quieres no sonrías, nadie te obliga; pero quiere a alguien, una sola persona al menos a quien aferrarte y no renuncies que ya viene fin de semana, fin de año y se acerca probablemente tu próximo cumpleaños.

11.16.2013

36 horas despierta.

noviembre 16, 2013 Posted by Geraldine Bonilla No comments

- ¡Auxilio!- Mis pensamientos me atormentan y dejé de escuchar hace mucho mis propios gritos; no soy lo que fui, no soy lo que se supone que hago cada mañana, no soy ni mis propias mentiras. Soy un paquete con huesos y siempre con música en sus oídos; soy un mendigo que recolecta muchos y muchos párrafos, buscando cual le ayudará a respirar.

- ¿Hay alguien ahí? - Sucede que soy el desastre que nadie quiere ... Me construí así, para alejar lo que me duele y no me deja volar. Parece que no resultó, ya me di contra el suelo también esta noche y el mundo no paró por segundos, nadie me vio ... es que nunca nadie ve ...

- ¿Cómo puedo remendar un alma con agujeritos? - Es que se me cortó la vista también (igual que al resto de mi gente) y desde entonces ya nada me sonríe, nada entra por mi ventana con ayuda de un par de hadas. Eso ya no existe, nada resultará bien de todo esto.

Entonces ¿quien soy? Vuelvo a repetir: no más que un cuerpo que acumula melodías, muchas y muchas canciones y un par de películas. Al escapar, soy el guardia de mi prisión, mi otro yo ... otro 'yo' que odio tanto como este. También soy el estruendo de mi conciencia mal entrenada, de una infancia mal contada. Cargo un espíritu cojeante, un malherido impecable siempre dispuesto a recordarme que voy hacia el lugar del que llegué, es decir, a la raíz de la nada ... a lo neutro de un pasaje ... ¿al nacimiento de lo mortal?

Me iba quedando grande la vida, de hecho di mi venia y me puse de rodillas para despedirla, pero nada salió según el plan. Aparecieron unos grandes ojos cafés en mis recuerdos, un abrazo que sentí en el viento y otras dos vidas más que están para sostener la mía, siempre tan adinamica.

No me queda más ahora, solo mucho frío y un gran desorden en el cuarto ... El conformismo de un corazón mal distribuido, unos besos que no me merecen pero necesito. Sin embargo, vuelvo al ciclo de caminar por horas y llenar de insectos mi cabeza, rayarme las ideas, resignarme a no ser más que un nombre y algo de desecho andante, como no.

... En conclusión, soy lo que nadie querrá pero se apegan por costumbre. Me describo como un desorden mental que un amante o mercenario no cargaría, pues no hay mucha hermosura que salga de mi voz ni de mi energía. ¿Quien correría el riesgo de enamorarse de la demencia? ¿Quien sabrá quien soy?


¡Al diablo yo! Soy la mujer a quien le huyen y la que escribe mientras sus oídos viajan con el "Meddle" de Pink Floyd.




10.14.2013

Carta a un desconocido. (Pablo Ramdohr, mente rota).

octubre 14, 2013 Posted by Geraldine Bonilla , , 2 comments


Hoy quiero escribir una carta, a un desconocido pero no a un anónimo ... Digamos que es la respuesta a otra carta que primero dejó él, una carta que me ha rayado la cabeza y me dio las 5AM sin poder dormir.
A estas alturas del día, ya muchos sabrán su historia, algunos para juzgar, otros para burlarse, y a otros que nos ha dado como si fueran destornilladores en la sien ... bueno, todo depende de quien sea.

"Suicidio" palabra fuerte ¿cierto? Y quizás a varios se nos ha pasado en la cabeza, otros quizás no hemos contemplado la posibilidad y otros tantos que solo nos admiramos desde lejos.

(Si usted no sabe de que hablo, bastará con leer esto y de pronto me entienda:  http://opiados.blogspot.com/2013/10/azida-de-sodio.html )

Lo más lógico es que @Opiado no leerá esto que escribo con un nudo en la garganta que no logro soltar, pero pues como pueden leer, este blog resulta ser una mini-fracción de lo que seria un "diario" de mi mente y encontré necesario escribirlo. Muchos pensarán "Hey Geraldine, pero todos los días mucha gente muere, es asesinada o ellos mismos desean acabar su vida, no es nuevo" y sí, créanme que lo sé, lo entiendo y sé que en el momento que estoy escribiendo este post hay muchas personas que ya ha dejado de respirar ...  pero sigo sin yo misma entender porque Pablo Ramdohr me revolvió tanto la cabeza, la panza y el alma con su despedida.

Probablemente tenemos la idea de que "suicidio" es una medida desesperada, impulsiva y hasta cobarde ... Pero él, -el hombre que nunca tuve la oportunidad ni de leer por sus tweets-, se fue en paz, tranquilo y consciente de cada punto de su vida y su mente rota; su muerte no fue trágica, ni angustiante, fue un logro que él se propuso pues hasta ultima voluntad dejó (y al parecer sus amigos supieron cumplirla). No niego la profunda tristeza y nostalgia que dejó en su carta, pero según mi mente sin orden, fue el valiente que se largó quien sabe a donde a estar en paz con él mismo y al final es lo único que cuenta en la vida.

Ojala, Pablo, si hay algo más allá de la tumba, puedas cumplir tus 3 sueños pero más tranquilo, ya sin reproches absurdos. No te conocí, no supe quien eras pero creí conocerte de vida entera y te lloré, lloré tu partida, jodido cabrón desconocido, sentí tu tristeza y tengo rayada desde anoche la cabeza ... Es increíble la tranquilidad con la que te fuiste, viejo loco. Y mientras tu paseas por ahí en el mundo, en el nirvana, en el cielo o en tu casa (yo que sabré de eso), hay quienes quedaremos más fuertes con tu historia, quizás luchando como tú lo haces pero en vida ... y todo resultará bien, pues muchos somos una cantidad de gente con la mente rota; a diferencia que fuiste el único que con valentía y una sonrisa le dio nombre a un tormento.

Y ya, solo queda eso ... A lo mejor después de hoy te olvide (dudo mucho, me he jodido la cabezota) ... Quizás muchos se sorprendan con tu historia por un tiempo y te olviden igual ... Es probable que vivas en la memoria de tus cercanos o de quienes no te conocen y te quieran guardar en su alma ... Tal vez seas leyenda en una red social y un poquito más afuera ... Quien sabe, son tantas posibilidades que cualquiera es valida, pero hoy me antojé de escribir, de escribirte, de escribirme, agh, ya no sé, pero debía sacar mi revuelto de panza y ponerlo en letras. Hacerle entender a un pedacito de mundo el impacto que dejó tu partida, hombre desconocido, en mi mente.

Ahora, lo mejor que puedo hacer por ti, que no te conocí, es intentar seguir tu ultimo consejo y "dejar de preocuparme por weas!"



Feliz viaje, compañero.