Perdóname si sonrío y no puedes creerme, te prometí estar contigo aunque mi alma se encoja.
Últimamente te he extrañado en mi almohada, mis recuerdos y mi paladar hablan de ti ... de buenas melodías; perdóname si he tropezado en tus sueños, pero aun tengo miedo de verte partir del todo.
No es fácil sentir que me amaste, y la quieres a ella ... Tus clavículas hablan de nuestros besos, de cifras incontables, y aun así, tu futuro hablara siempre de ella.
Me dijiste -"siempre confiare en ti"- ¿¡Por qué carajos lo haces!? Te puedo traicionar, puedo incumplir la promesa de no huir, ni siquiera se porque estaba allí, escuchándote hablar lleno de emoción pronunciando su nombre y anhelando que llegue tal fecha, la que ha de abatir la poca fuerza que consigo y aniquilando los sueños que se tatuaron desde la la tarde 11 de un noviembre.
No digas que la amas sin antes probar mi infierno, no digas que la amas si aun no vuelves a recorrer el puente que retiene nuestras memorias ... O por lo menos, dime que me amaste como nunca amaras de nuevo a alguien ... Quizá, sea la mejor manera de no atormentar mis oídos con las campanas de boda.
Vuela con fe y polvo de hada hasta mi ventana, ámame esta noche como en la primera ... No te marches de mi vida, no me despojes de tu voz porque no quiero soñar si no es contigo.
Y aunque llegues a naufragar en la historia de ella, debes saber que eternamente estaré aquí, esperando a enriquecerme de nuevo con tu amor y ya no he de fracasar a causa de caminos separados.
Hasta entonces, me mentiré creyendo que soy feliz al verte compartir nuestros sueños con alguien mas, que allí estaré ofreciéndote bendiciones en tus brazos aunque prefiera morir una ultima vez sobre tus labios carmesí.