12.26.2018

Cavilación deliberada.

diciembre 26, 2018 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Pienso en la muerte, casi todos los días, suena seductora aunque no sea un gato con siete vidas.

Pienso en la rutina y en como quiebra las más sanas intenciones, en como exprime el alma y aburre al corazón.

Pienso en las despedidas, en cuanto dolerán por pura paranoia incluso antes de que llegue la oportunidad.

Pienso en el amor y en lo desbalanceado que está en nuestro caso, porqué tú tienes a tu hombro experiencias hasteadas y yo llevo al frente la expectativa de todas las primeras veces que me faltan.

Pienso en ti, por supuesto, todo el tiempo, pienso en ti así duela tenerte lejos. Pienso en esperarte, pienso en solo pensar en ti por el resto de mi vida.

Y luego, —casi al final de todopienso en mí, en el riesgo que corro al dedicarte tanto tiempo de mis pensamientos. Pienso en mí y en la agonía de pensar en el día que te vayas totalmente de mi vida.

También pienso, a veces, en el miedo de no llenarte, de no complementar lo que quieres de hoy en adelante... Porqué pensar en ti es más difícil de lo que crees, eres tan caótico como las luces navideñas al sacarlas de la caja, eres tan difícil de descifrar que ya hace un tiempo dejé de intentarlo.

Pienso mucho en el tiempo perdido, en las veces que te he perdonado sin que me lo hayas pedido, en los sueños que me faltan por cumplir y que no podré vivir contigo porqué ya los cumpliste antes.

Pienso tanto que desconfío, pienso, pienso y pienso y me agoto de hacerlo... Se me van las horas de sueño y se me va la vida entre el humo del cigarrillo mientras me desgasto en adivinar —Y rogar un poco a la vida— que tanto mereces de mi vida en tu vida.

¿Qué tanto piensas tú, que no me dejas ir pero tampoco para tu futuro me has dicho que piensas de mí?