También existe un hombre que contando infinitas veces hasta 10, entrega su alma a una mujer que quiere solo correr... un hombre, un caballero, un valiente deudor de pecados, ese hombre esta noche sueña con mi nombre, ese hombre hace temblar el suelo con su llanto, ese hombre cura heridas con su amor.
Existe un hombre que resulta ser un perfecto escultor, existe también un canalla empeñado a desviar su atención. Pero sin armadura y con un cincel busca este hombre a su obra de arte que anda perdida en una selva de asfalto para darle aliento de vida con sus labios; este hombre es ya un ganador.
El hombre que pinta con la palma de las manos sabe muy bien de que hablo, pues ya tiene la escultura del castillo, de la guarida secreta para nunca fallar a su princesa; el hombre que destila amor tallando una piedra, es el hombre que el mundo recuerda.
He conocido un hombre que no se esconde en luna llena y que a bailarinas exóticas a perseguido por su pecho; he creado un hombre que aun con ruido no se hunde por sus miedos, este hombre tiene piel de terciopelo.
Hay un hombre con labios de coral, que besa sin planear hacer daño; hay un niño de piel añeja matando sus dragones con una resortera; hay un hombre que con dulces patrañas roba las letras de sus amantes asesinas y rinde a sus pies la recompensa de su alma.
Reaparece, de nuevo, un hombre que va contando sus secretos con gotas de sudor, va desnudando cada uno de ellos paso a paso, con paciencia y sutileza, cortando el cordón. Existe ahora, con esta tinta, un hombre que desnuda sus pasiones a una ingrata que acabara con su vida por amarla, y aun así, él sigue en pie tallando su mirada.
No es un hombre cualquiera, es uno que inspira rumores con su apariencia desaliñada; no es un hombre que los libros clásicos puedan describir, es uno que he creado para mi. Este hombre no comprende de complejos cuando comienza a escribir, este es un hombre cuya voluntad entrega sin reparo, y aun sangrando, a la presencia de su mujer con besos de jazmín.
Un hombre que no existe, sin embargo cabalga sus demonios creyendo inútilmente que los podrá vencer. Un hombre sabio que escribe poesía a muchas damas, tatuando la humedad de sus sabanas, ese hombre de gallardía superada ha sabido cambiar de matiz mis piernas y endulzado mi calma.
Hay un hombre que espero cantando en mi ventana, con mucho helado de chocolate en su mano, un hombre al cual escribo bajo efectos de nostalgia por su inexistencia. Pero, a pesar de no terminar ni un crucigrama, sueño con un hombre que en la simplicidad de su palabra domine mis pasos y sepa acompañarme al caminar.
He creado un hombre de Marzo que aun no existe, pero siempre aparece en mi cuarto, con una botella de vino buscando ser creado; por eso mismo le escribo, puesto que esta noche suplicando me ha pedido amarlo hasta mi ultimo suspiro, aun consiente que en mi vida no ha nacido.
Comentenle en complicidad de su princesa, que esta noche como muchas otras también le he escrito y busco en la neblina de la calle otro escultor que le de vida a su valentía, Solo díganle que cuando se acaba una historia se puede continuar con una secuela ... Comentenle cuando lo vean que lo espero en su puerta, en un lugar donde el sol naciente es más lindo si aparece.