6.29.2013

Muerte a Dios.

junio 29, 2013 Posted by Geraldine Bonilla 1 comment

Vamos a probarlo una vez ¿dónde está la paz de su Dios? Él no estaba cuando moría a rodillas de su reino; pero negociaba su alma con el diablo, despertando cada uno de sus miedos como si ninguno de ellos tuviera algún remedio. ¿Dónde estaba tal Dios, cuando usted se desangraba sobre el cuerpo de Eva?... ¿Y los profetas no podían predecir nuestra muerte lenta? ¡Oh, vaya que lo quiero, espectro! Y sí, me he enamorado  de sus mentiras, de cada una de sus fantasías.

¿Alguna vez se ha dejado llevar por el sonido de una flauta traversa, como si danzara con Afrodita? Pues es un sonido hermoso, querido amante, que ni su Soberano puede superar con sus 'milagros'.

Me he enamorado... Estoy amando con ceguera absoluta; estoy desmembrando ilusiones para caminar sobre vidrios con los pies descalzos. Estoy marcando pasos para asesinar a Yaveh y acabar con el sufrimiento de su dictadura... Dígame amado ¿en donde posaba Dios sus pies, cuando usted naufragaba en el Hades? ¡Entonces el Todopoderoso es un asesino! Ahora bien, recuerdeme no dejar jugar a mis hijos con ese tal Dios... Enseñeme a olvidar y no creer...

Usted y yo, amado mio, somos el infierno mismo, delineado por cada pecado entre su semen y mi sudor... Somos los dueños de su mismísimo Dios, somos Belial, somos Legión, somos uno solo, somos el creador del Sol. Pero bueno, usted ha decidido amarrar su mente y ser inferior; rechazó a los poetas malditos y a mis caderas por alabar a su santo Dios y buscar a Mesías que resulta ser igual a un genocidio de la razón. ¿Dónde está ahora su Salvador cuando ha puesto pruebas de fe en este peculiar amor?

Querido mio ¿Ya olvido que mis senos son Jetzabel, blasfemando a su santidad y creador? Pues bien, ahora abandone toda idea perfecta, olvide al más asesino de los dioses y proceda a poseer cada pensamiento encriptado en sus piernas... Entre a mi cuerpo como el peor de los demonios y atraviese mi alma con miles de dagas, pero nunca me exorcise de su locura.

Caballero oscuro ¿dónde está su Dios? ¿ya asesino a Yaveh? ... ¿por qué hay  tantas deidades y pocas posibilidades de despertar con usted? Oh, querido mio, le permito pecar en mi garganta, pero no me abandone en las puertas del inframundo, porqué aún no he matado a Dios... A lo mejor ya encontró que puta nueva debutará en su teatro religioso está noche.