2.25.2013

Le escribo una carta en luna llena.

febrero 25, 2013 Posted by Geraldine Bonilla , , , , No comments

Voy más allá de lo lógico, de lo posible; voy más allá de la distancia, de los miedos; ahora mismo voy más allá de su sonrisa, de mis mejillas, de la luna misma, de su cariño ...
Es sencillo lo que le escribiré hoy, y es la primera vez que le escribo en luna llena (me gusta más la luna menguante porque me recuerda la forma de su sonrisa) ... Solo paso a escribirle y recordar que en muchas madrugadas, entre suspiros y lagrimas lo quise, le temí, desee huir, pero lo volví a querer con más fuerza que de costumbre y por esa misma razón volví.

Y aquí me tiene, sacando un minuto para usted, porque ya me sabe a chocolate y muchas risas, a eternas trasnochadas, a palabras no dichas.

Madrugadas que planean un sistema de movimiento perfecto, una cadera que marca su nombre, la necesidad de presumir cuanto me quiere, lo cómico, la melancolía venenosa, los reclamos contradictorios; con todo eso somos usted y yo, nosotros dos, aunque muchos sepan esta historia, no hay mejor historia como la que puedo contar en sus labios, y es así cómo no hace falta nada más, un pedacito de paraíso en todo el espacio sideral.

Venga dando pasos inciertos, ciertamente seré su guía. Venga, pues, ya usted no duele, es ahora mi más placentero vicio; a lo mejor llegar a verlo (34 minutos tarde) fue el momento ideal, o solo puede ser un error bien vestido que debería tener sabor a coñac.

Son las 21hrs y jamás me arrepentiré de esperarle, pensarle, escribirle, o soñarle, porque la vida tiene un dulce ritmo de vals y sabor a menta cuando su voz o sus letras quedan permanentes en mi cabeza antes de dormir.

-Mágica- Esa es la palabra que describe esta noche, donde por primera vez bajo luna llena me atrevo a escribirle de nuevo, porque me gusta mucho su sonrisa y la picardía con la que me mira. -Te quiero- Es la frase que puedo pronunciar enseguida, sin pensarlo, sin temer, con ingenuidad, con el mismo nivel de riesgo.

Puedo encoger los hombros, arropar mis piernas, cerrar los ojos, escuchar ruidos abruptos en la calle, leer realidades, pero aun así no me retracto de esperarle cada día, cada noche, cada fase lunar, cada madrugada... Inclusive, cada coma de esta loca 'poesía' en prosa es el calculo aproximado de los suspiros que he dejado escapar recordando la ultima vez que le escuche disfrutar de mi presencia.

¿Ha notado que cada vez que le escribo, son más párrafos los que puedo digitar? Ahora bien, es un crédito bien ganado de su parte, porque resulta que son cientos y cientos de palabras que no salen con naturalidad de mi voz ya que mi nerviosismo siempre sera potente. Sin embargo, aquí estoy, como muchas noches, como en muchas cartas, guardando en el ciberespacio los renglones que curiosamente siempre son para usted.

Gracias por quererme, por recordar mis labios con un sabor correspondiente ...

2.07.2013

Me gusta, me gusta todo ...

febrero 07, 2013 Posted by Geraldine Bonilla , , No comments

(¿Y si te escapas esta noche? ¿Y si te adueñas de mi almohada? No es justo que te piense, que cierre los ojos para sentir un suspiro tuyo en mi cuello, y de la nada, un ruido abrupto interrumpa mi delirio haciendo que tu espectro se deslice entre mis dedos.)

Y es que todo me gusta de usted. Me gusta sus labios que aun no me saben a mentira, me gusta el color de su piel cuando me piensa, me gusta su cabello perfecto y alborotado, me gusta más la perfección puesta en sus lunares... Ni hablar de cuanto me gustan sus manos cuando se entrelazan con las mías, me gusta mucho el olor que deja en mi cabello cuando me abraza y no soy más que su muñeca consentida. Y es que me gusta todo de usted, desde su mirada hasta sus deseos; sabrá bien que me gusta aun más su sonrisa, sus comisuras me hacen tener mil ideas cuando se elevan, y aun así, lo que más me gusta es cuando sabe quererme como nadie sabe hacerlo en este preciso instante.

Me gusta escribirle en las madrugadas, donde todas las mentes mortales descansan y yo soy estúpidamente feliz divagando en su memoria. Es que esto va más allá del bien y el mal, solo usted me crea y me destruye, y me vuelve a crear como si la maldad no existiera.

Me gusta usted, me gusta lo que siento, empiezo amar las mariposas en mi panza, me gusta quererlo de un modo desenfrenado... Me gusta la sonrisa que sabe plasmar en mi rostro cada mañana después de encontrarme un rato con usted en sueños; me gusta esperarle, aunque me desespere a ratos; me gusta sentir como se acortan kilómetros al decirle todo lo que me gusta.

También me gusta mucho el chocolate, no lo niego, pero es que fue usted quien me enseño la manera ideal para comerlo. Me gusta correr entre hojas secas aunque patético suene, me gustan mucho los días fríos y grises, pero lo que más me gusta de todo este párrafo es que bajo un aguacero siempre querré esperarlo.

Me gustan los textos sencillos, en donde todo lo que siento pueda presumirlo, y que aun así, solo usted sepa entender los detalles.

Y es que todo me gusta de usted, como si fuera una adicción. Me gusta cuando me hace sentir suya, cuando el resto del mundo es inferior y son sus besos y los míos aquellos que tienen protección divina, inmortalidad. Me gusta todo lo bello de usted, sin embargo, lo que más me gusta es la fragilidad que pone en mis manos y puedo tener el privilegio de buscar regalarle una sonrisa. Me gustan sus miedos, sus temores, sus demonios ... me gusta todo de usted, me gusta lo bueno para adherirlo a mi piel ... me fascina lo negativo que sale de sus labios porque puedo aniquilarlo con solo besarle.

Me gusta llorar escribiéndole, me gusta sonreír al recordarlo, me gusta dedicarle muchas melodías,  me gusta sus manos en mi cintura, me gusta también un poco de helado de lulo en mis comisuras. ¡Me gusta a plenitud! Me gusta tanto que me disgusto conmigo misma por testaruda, por arriesgar todo y correr descalza hasta su altar. 

¿Miedo? ¡Todas las noches! Tengo miedo de verle ir un día y ni siquiera poder despedirme; tengo miedo que cuando se vaya me deje sin vida ... Pero me gusta tener miedo, porque aunque me aterra la idea de que mis palabras ya no sean para usted, tengo más miedo de no arriesgarme y seguir queriéndole.

Me gusta que lo lea, que se adueñe de mis suspiros y mis letras, me gusta usted, me gusta su sonrisa, me gusta cuando me mira ... Me gusta todo, completo, lo que soy por usted, lo que puedo dejar de ser.  Me gusta la inexactitud de su tiempo ... definitivamente, me gustan muchos sus besos ...

Pero lo que más me gusta es cuando dice que me quiere, y un poco más su segundo nombre.

... Y bueno, me gusta también lo lindo que se ve con lentes ...

2.04.2013

Deuda humana, mujer de mentiras.

febrero 04, 2013 Posted by Geraldine Bonilla , , , , , , No comments


¿Por qué todos sonreímos y decimos "todo estará bien"? Sería menos agonizante el dolor, si probablemente, se pudiese gritar, correr desnudos en la orilla del mar, rasgar heridas, llorar con el universo, o simplemente dijéramos que todo verdaderamente anda mal ... Así, quizá, la pena volaría como si estuviéramos en otoño...

Todos hablan de la mano y bondad de su Dios Yaveh, Buda, Mahoma, Jesús, Adonaí ... ¿pero a donde se va tal luz celestial cuando otra alma en pena se encuentra ahogada en un pozo que de manera no cruel se llama "soledad"?

La maldad del mundo se cuenta en la historia ¿quien puede contar la iniquidad de una mente cualquiera en este preciso instante?
¿Quien mostraría la mano del todopoderoso y callaría la boca de una niña remilgosa, que más niña, es una mujer de mentiras?

Ya no hay sorpresas, mientan ahora pues, a la niña que ya no pudo creer en muñecas y no sabia sonreír ... A lo mejor con un "todo estará bien" se burle los recuerdos, y se asesine los demonios que todos los días la observan al despertar.

¿¡Por qué le mienten!? ¿¡Por qué no le dicen que, al parecer, con su espina ha de morir!?
Y aun así, tiene en sus labios un único beso que le dio paz  y la hizo sonreír.

El demonio se viste para el parque o para fiesta; el demonio que ya no tiene alter ego ha optado reír y abrazarla para acabar con su vida a más velocidad ...
Entonces todo se derrumba en las mañanas ¿Que sentido tiene despertar, volverlo a intentar? Si nada esta bien, todo anda mal, ya no hay sorpresas, todo esta mal gastado.

¡Que la acabe Dios o Satán, pero que la acaben ya!
Maldita sea la perversión humana o espiritual de ver muriendo almas, aun estando vivas ...
¿Donde esta tu Dios, ahora, cuando el mundo no tiene solución? ¿Y si la sociedad suele ser el purgatorio de los sueños de la humanidad?

[...]

Y es así como la niña de los ojos grandes y labios venenosos vuelve a caminar; creyendo que todo esta bien aprende a amar a otro de sus asesinos en cuerpo, mente y espíritu ...
Pero nada existe sin un precio, nada es puro y bueno... Así que el ciclo no cambia, solo muda de color y el cielo sigue sangrando pecados de santos.

Amar a un ser infeliz, que solo se deleita en desgarrar su piel de mentiras y un par de chocolatinas...
Hay que mentir de nuevo, sonreír y fingir tranquilidad para que todo este bien, nada anda mal, no hay deuda que pagar.

¿Por qué no le dicen una de una vez que es el peso del mundo, que nunca nada estará bien y debe ahogarse en un río místico?

(La lucha es un circuito cerrado, cansado de repetir los mismos pasos, como pueblo esclavizado y condenado ... Sin embargo, solo queda esperar a que el fuego consuma el cigarrillo y la locura que nunca abandonara, termine de cavar el hueco de una puta tumba mental, un abismo que yace en su mente o en la mía.)

A pesar que la niña no pudo creer en muñecas, es ahora cuando sueña despierta con un caballero de armadura desgastada y sencilla, un caballero que despierta con una muy bonita sonrisa, en el lugar donde el sol presume su belleza con prontitud cada amanecer...

¡Ay! Pobre niña tonta (que ya no es tan niña, solo una mujer de mentiras) que sigue soñando con un par de alas o polvo de hadas para llegar al lugar donde se encuentra sentado tal caballero, darle un beso, de esos que llenan de paz y enamoran anhelos, y quizá descalza salga corriendo ...

Y él allá, tan lejos, amarrado por sus miedos; y ella en su infierno, queriendo espantar sus demonios con besos. -De lulo y chocolate siempre serán sus preferidos-.

Ahora, solo queda, de nuevo dormir, despertar, ver su demonio actual, reprochar ignorantemente al Dios de su mamá... Pero siempre con el objetivo de gritarle al caballero "¡No te vayas!".