Que fácil decir que todo estará bien y con un par de malos chistes reír a media carcajada...
... Pero las columnas son inútiles, las paredes se derrumban, tu mente te atormenta y miles de recuerdos saltan de sus pesadas cadenas y corren por tu sangre, como rebaño sin pastor.
¿Quien mata los demonios que te asesinan? ¿Cual es la función del rencor?
Que desolación se siente al hablar de amor, al argumentar la compañía, al hablar de perdón; todos quieren que sonrías por siempre, pero nadie se atreve a curar parte por parte de tus heridas, nadie comprende la razón de tu amargura nocturna.
Hasta soñar es en vano, cuando de tanto desear no despertar, el insomnio aparece solo para desgastar la poca fuerza que queda en tu cuerpo ¿entonces para que insistir en sentir algo hacia los demás?
...
Perdón, es que me he acostumbrado a vivir solo por minutos y despedirme la vida entera... ¿quien querría escuchar a una mente maniática y llena de temores? Después de todo, nunca nada me saldrá bien aunque le planee.
Ya no lloro, me arde la piel al hacerlo, pues mi propio veneno llegan a mis labios y no quiero hacer daño al resto... Pero como es de suponer, la voz cruel en mi cabeza no se callará y me resignaré a perder.
Recuérdenme siempre, que observar desde lejos no es precisamente estar viva.