2.15.2014

Re-dirección.

febrero 15, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments
Nadie dijo que sería fácil olvidar: personas, momentos, canciones, lagrimas, largas madrugadas, chistes, películas, abrazos, promesas, sueños, perspectivas, fechas, etc... Y si, reconozco que quizás me aferro tanto a espectros que se me complica "avanzar"... Entienda, no es fácil, necesito un respiro.

Me estoy acostumbrando a que sus palabras no duelan, a que no me importe su indiferencia y sobretodo el hecho de que suele olvidar más rápido que cualquier mortal. Ya no sabré más de cada uno, tan solo de lejos... ¿Por qué no abandonar las lagrimas que poseen nombre propio? No sé si agradecer al tiempo, no sé si debo recordar con rencor o satisfacción... Realmente no sé nada... Pero en este nuevo respiro, descubrí que me seduce el olvido. Bienvenido sea todo el que sepa tambalear mis ideas para regalarme unas mejores y adiós a cada quien en su narcisismo solo quiso subir su ego.

Ante todo, mil disculpas por quien fui, estimado compañero en un rato de vida... aun así, mis nuevos suspiros son con otro aire, es otro tiempo... Y mi lista de reproducción también renovó sus canciones.


2.09.2014

No sé como hablarte.

febrero 09, 2014 Posted by Geraldine Bonilla 1 comment

¿Y si dejas de seguirme el juego de que ya no te extraño? Verte tan allá me duele, no sé como limpiar tus heridas, aunque no dejen de sangrar... No tengo idea como acercarme a ti de nuevo sin molestar... No sé como diablos haré para olvidarte también en las noches. Antes moría por ti, esta noche moriré para ti, para saber algo de tu voz, para deslizarme entre las sabanas y llorar un poco por la ausencia que sabe invadir los rincones que en algún momento fueron libres en mi memoria.

Dime como haces para exprimir cada emoción, explícame como hiciste para no tener piedad de mi dolor. Te besé, siempre que tuve oportunidad, con tantas fuerzas, con las mismas que te amé... Y esta noche en la que no puedo más fingir ser fuerte, me derrumbo sin poder mantenerme en pie; hasta la ultima pizca de fuerza se me agotó en ti, te quise tanto que hoy estoy tan desgastada... Hoy solo quiero que tu voz o tus letras me animen un poco, me devuelvan tan solo un poco de todo lo que te di cuando te tuve.

Discúlpame por no saber distribuir mi cariño, por no saber el significado exacto de lo equitativo, por desvivirme en ti; no estaba entre mis planes (Ni siquiera tú estabas en mis planes y te atravesé en ellos para conseguir tus besos). Lamento mucho no saber como dejarte ir, a pesar de que ha pasado un tiempo considerable... Cariño mio, te pido de rodillas disculpas por quererte, por extrañarte esta noche, por no dejar de escribirte en las noches sin importar que no leerás. Perdóname por permitir que me duelas tanto.

... Es que no sé como despedirme...

2.01.2014

Quedarme contigo.

febrero 01, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments
Esta noche, ultima noche de enero, voy recorriendo tus pasos, esos pasos que andaste un 20 de Octubre al despedirte con un beso rápido... Un domingo 20 que deseaba dejar colgada mi alma a tu vida, para no verte ir... Quedarme contigo.

Ojalá alguien me enseñara como se retienen las lagrimas en los ojos y como se devuelve el tiempo... ¡Necesito saber como! ¡Se me hace migajas el alma y los recuerdos! O mejor enséñame a odiarte con todas las fuerzas de mi vida, para poder aniquilar recuerdos y abandonar la manía de relacionar cada lugar contigo.

Estoy tan cerca de ti, pero tan lejos de tu mente... Y me mata la nostalgia, amordaza mi tranquilidad, porque desearía encontrarte esta noche y las otras dos que siguen, para abrazarte y hacerte meter en la cabeza que no te puedo olvidar.

Pero ya aprendí que por mas que desees algo con todas las fuerzas, no garantiza que se cumpla; así que me resigno a guardarte en mi memoria y a dejar que se me estremezca la piel... Me conformo (aunque no quiera) con escribirte en mi diario de memorias, ignorando que ya dejaste perder mis letras en el transcurso de las 6 horas de viaje que hay de ti hacia mi.

Se te olvidó quererme tanto como yo, pero a mi no se me olvida como llegar hasta tu mundo, ni el deseo de escabullirme entre tus sabanas. Te he maldecido tanto por 30 días y aun no entiendo porque precisamente esta noche deseo decirte al oído que te amo, como si fuera luna creciente, como aquellas madrugadas de marzo y abril.

Después de tanto pensarte, llegué a la conclusión de que debería olvidarte... Pero todavía quiero escribirte cada noche... Y tú allá, ignorándome, como si tu memoria fallara. No sé que haré, cariño, para extrañarte un poco menos y entregarle mi corazón al 100% a alguien menos ingrato que tú. Supongo que una noche te llamaré para avisarte que he extraído todo tu veneno de mi cuerpo, el que dejaste cuando me amaste sin reparo en la mañana del 20 de Octubre.

... Algún día te avisaré, sin embargo aun me torturo. Por lo pronto te dejo, estoy a punto de llegar a tu ciudad, a tu casa, a tu gente, pero sin poder verte.

Te quiero. N.A.

(Viajando un 31 de Enero)

1.29.2014

A ella, mírala.

enero 29, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments

Dicen que la distancia es el olvido ... Que con un poco de rencor olvidarás lo que fue un venenoso 'amor'... ¿Y si en realidad, al final del libro, nadie quiere olvidar?



Por lo menos ella, no quiere olvidar...
¿Cómo olvidaría el aroma dulce de una piel, de un amante, que fue tan desconocido?
Si, solía tener un aroma azucarado, unos besos algo ácidos, abrazos reconfortantes...
Piernas que eran la columna de sus pasiones y así mismo las rejas de sus propias perversiones; hasta las columnas se derrumban después de tantos temblores que provoca cada despedida.
Sus manos se convertían en un oasis que refrescaba el ardiente desierto que existía sobre el cuerpo de ella, calmaba su locura, espantaba su desesperación, la hacia reír a carcajadas durante 20 segundos mientras brotaba el manantial olvidado entre sus piernas.
Él era su aliado, su alivio, su enfermedad, su propósito, su llanto... Ella creaba (bajo sus labios) una capsula del tiempo, con espacio para los dos solamente... Eliminaba de su camino muchas semanas de ausencia, le tomaba la mano, tan aferrada, siempre con el miedo a que se fuera o fuese raptado de sus propios suspiros.
Pero no, ella no quiere olvidar que amó a un amante desconocido, a un cretino de buena voz, a 27 cm de diferencia en altura entre los dos... Ni las canciones (nadie puede olvidar una melodía). Nadie la puede culpar, se enamoró de como su caballero fantasmal le alivia un dolor que su propia indiferencia le clavaba como cuchillos; se enamoró de todos los sueños que dibujaba a las 3 de la madrugada ¡MALA HORA PARA SOÑAR! ... Aun así, yo si quiero burlarme de ella... Por ingenua, por terca, por su demencia al querer sin establecer limites...

A lo mejor ella no quiere olvidar y libera su pecho con el frío de una noche de luna, porque aun cuelga del hilo que levanta las comisuras de quien la enamoró alguna vez con su sonrisa... Alguna, una y otra vez...

Solo espero que él no la olvide, que no lo desee... Quizás decida una noche miserable recordarle, hacerle la tristeza a esa mujer un poco menos amarga y la escuche al darle las buenas noches. No la busque todas las noches, pues entonces se arruinan los recuerdos; sin embargo, una noche entre 24 podría hacerle sonreír...

¿En donde se pide la licencia para querer olvidar?

[Hey, te quiero]



1.08.2014

La conjetura de una despedida.

enero 08, 2014 Posted by Geraldine Bonilla No comments

¿Por qué se quejan de las despedidas y dicen no gustarles?

Ojalá yo supiera que es despedirse de alguien, dar un beso en el que deje mis ganas... Ver ir a alguien con lagrimas en mis ojos, tener la oportunidad de agradecer y/o sentir, de nuevo, cada sentimiento que alguna vez recorrió mi cuerpo. Nunca me he despedido de alguien, como si cada persona huyera de algo que pudiese decir... Se desliza entre mis dedos como el agua, solamente... Y se me quedan muchas palabras atragantadas, tantos deseos me caen pesados y me da indigestión... Los sentimientos se revuelven tanto que al final no puedo saber cual es cual y solo miro a la ventana para disponerme a crear una rutina cada día que no me deje pensar.

Yo quiero al menos una despedida, solo una ... Ya sé que nada es para siempre, pero despedirse probablemente puede ser la confirmación de que cada cosa fue real. No sé bien ¿por qué se van? ¿por qué no me llevan a conocer? Tengo miedo al saber que pasará, que pudo suceder o el porque no fue de tal manera. Entonces me escudo en recuerdos y en mi memoria se crea como un tipo de collage con cada momento y me hago a la idea de despedirme de ese alguien, (Ja! como si fuera suficiente tan solo un instante...) pero recordar duele, desgasta, desmorona el alma ¿entonces cual es la despedida ideal?

Por ejemplo, en este momento extraño a alguien que se fue mucho antes de que se lo pidiera, en mi vida solo quedaba su física presencia... él ya se había ido. Pero no logro ubicar el momento exacto, el reproche ideal, las palabras perfectas para decirle que le extraño, solo por el hecho de no poder verle a los ojos (y a esa bonita sonrisa) antes de que se fuera por un largo tiempo de mi vida.

Un día, un 6 de Diciembre le vi a los ojos para luego llegar a mi casa y escribir una carta que nunca entregué, porque nunca fue el día ideal... Supongo que ese es mi problema, siempre espero mucho y planeo lo implaneable ... De todas formas, el día nunca llegó.

Esta es la primera de tantas veces que desde ahora ya no me leerá y creo que resulta bien, así no abrumo su conciencia ni el presente que disfruta.

Que complicado es ordenar las ideas, extrañar sin dar lugar a una despedida... Solo dejar ir...

No se quejen de las despedidas...